Paso a paso caminante.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar."
Antonio Machado
Caminar es ir haciéndose caminos. Quien
camina le declara la g uerra a la desazón de lo cotidiano; es sin duda ir enfrentado la vida. Cada paso es un decreto de
lucha, cada pie que se levanta de suelo… cada rodilla que se dobla, es un gesto
trascendente, radical y definitivo. Es un manifiesto del cuerpo que se grita al
viento; lleno de voluntad, con el brío y la energía de saberse dueño del camino
que se elije.
Si el caminar con toda su magia, supone en si ese gran esfuerzo, caminar cargado, con una lista
interminable de cosas por hacer, con tantos deseos de ser sustento y ejemplo,
negocio y negociante, empresa y empresario, con el peso de los anos, arrastrando
una carretilla de frutas, caminar entonces
se vuelve una lucha titánica, que supone ir contra reloj y desafiar los
tiempos, con la firme la convicción de que se hace lo correcto, cargando todo
aquello con una postura inquebrantable. Caminar cargado es un monumento al amor, al
trabajo y la honestidad, actividad que va transformando poco a poco hombre y carga hasta
el punto que ya no se concibe la persona sin su herramienta. Cuando ya no queda
la persona sola, sino en la extensión de los brazos de una carretilla. Es sin
duda la vida una poesía, si ha sabido vivirse sorbo a sorbo, satisfecho y
orgulloso, como una bandera que se iza en pie de lucha por el trabajo diario, con esa dignidad inquebrantable
e inalterable…Sumada una voz que se emite desafiante: nipero, nipero!


Mi abuelo Teon nos deja camino largo lleno de huellas. me toco a mí ser su
primera nieta de lo que estoy tan agradecida y orgullosa que decido escribir
con intención de recordarle siempre, en todas las pequeñas cosas que fue
haciendo en nuestras vidas, como un maestro que no se propone educar sino que
lo logra con la simple existencia, hablando con hechos no con palabras.
Abuelo pasó de una vida a la otra caminando, se que sin darse cuenta. Ahora
camina otros senderos, con otros frutos, frente a otros compradores y con otra
carretilla. Finalmente la Providencia y el llegaron al acuerdo del descanso. Su
cuerpo quedo de este lado, tendido en el suelo, fulminado y quieto. Un cuerpo
fuerte, firme y rozagante como un roble; que se devuelve a la tierra con la
lozanía que se recibió, habiéndose usado hasta el último instante con la
obediencia de aquel compromiso: caminar. Todo su ser esta completamente en reposo. Como él quería: en una pieza, sin dolores, ni
sufrimientos.
Fue el primer padre que tuve, que se metía en mis mundos y jugaba a construir conmigo, me
cargaba las piedras y todo aquello que sirviera para armar mis proyectos, se
refería a mis juegos con respeto, como sabiendo que algún día se volverían algo
serio. Abuelo me puso por nombre “ciclón”, honestamente lo merecía, nunca uso
otro nombre para llamarme y ¿que le iba a hacer? éramos felices. Yo le destruía
todo, le desorganizaba la venta, le volteaba la carretilla y el a cambio se
reía, me daba lo más valioso que tenía: sus mejores nísperos. Eran el remedio para
cualquier achaque y el sustituto aprobado para cualquier comida. Abuelo
disfrutaba complaciéndome y defendiéndome. Llego a llevarme al colegio en la
carretilla tantas veces en secreto y en vacaciones mis tíos me daban la vuelta
a la manzana montada en la carretilla, que pleitos aquellos, la ropa y los
uniformes oxidados y hechos tiras tras aquellos inventos de travesuras. Abuelo
¡que apoyador fuiste conmigo! siempre decías que yo era: “una niña inocente;
cariñosamente un ciclón”
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1999, mi graduación del colegio San Felipe Apostol |
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2004, PUCMM feliz en mi graduación dabuelo nunca se reía en fotos |
Proveniente de una familia muy unida, cuyos hermanos siempre se buscaron
con cariño y amor, se llamaban entre ellos "manito y manita" hiso lo posible por enseñarnos a vivir en ese amor de los
parientes que se buscan, que se reúnen y comparten todo. El amor que nos tuvo
lo cegaba, para él nunca crecimos, vivía preocupado por nuestros trabajos,
nuestros planes, nuestra salud y nuestro peso; quería bajarnos el cielo a los
pies y nosotros solo queríamos verlo descansar; pero el tiempo no hiso entender
que su vida pendía de los brazos de esa carretilla y separarlo de ella le haría
más daño que bien.
En cada ruta tenía mi abuelo un amigo, una casa donde beber café o un
personaje con quien hablar de la vida, de la política y hasta de Dios. Abuelo
me hablaba con cariño de ese momento terrible de la cruz de Cristo y “el
dialogo del buen ladrón y del mal ladrón”. Era su pasaje favorito, en simples
palabras abuelo sabía: Dios siempre llega a tiempo. Caminando en su emaús particular, en las
calles de la ciudad, un día mi abuelo se encontró con Cristo, El Caminante. Abuelo cambió, dejo las rabietas y Se volvió
un viejito ante nuestros ojos, aun así No podía separarse de sus rutas porque
ellas ponían sentido a su vida. Y ahora pienso que una vida que se vive paso a
paso con el sabor de la satisfacción en la boca, es una vida bien vivida.
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sabado 29 de junio, 2013. ultima tarde de su vida, haciendo lo que le gustaba |
Mi abuelo fue y será siempre un caminante, un coloso en su terrible empeño
de caminar hasta el último segundo de su vida, nos queda a nosotros vivir ahora
El evangelio del agradecimiento: gracias abuelo por enseñarme a caminar en
taquitos con la manito en la cinturita, por enseñarme a pronunciar esos “carajos”
fuertes y rotundos que ahora ya no uso pero que me fueron tan necesarios en la
vida, gracias abuelo por enseñarme a negociar, gracias a Dios por qué fueras tu
mi abuelo y la figura paterna de nuestra familia. Te vas y nos dejas con la
satisfacción de ser descendencia de un titán, que no nos queda alternativa
alguna que no sea luchar, honrar Tu memoria con el sudor de nuestras frentes,
tirar pa’ lante y no desfallecer, pelear
la batalla del día a día por nuestras familias y dar la vida por los
hijos, darles ejemplo con carácter y firmeza, porque en la familia la educación
de los hijos es lo más importante.
Allá estas cara a cara, viendo el rostro de Dios. Y te preguntaran si amaste
y tú legado en nuestras vidas responderá por ti: que si y hasta el extremo. Y te
preguntaran abuelo si fuiste feliz y tus hijos y nietos diremos que lo fuiste. Fuiste muy feliz,
tanto como yo contigo montada en esa carretilla dando vueltas a la manzana.
Sorda de voces queda la ciudad, sin
tu pregón persistente y obstinado.
Abuelo; se acabo la venta.
Descanza en Paz.
Descanza en Paz.