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miércoles, 6 de agosto de 2014

How To Think Like An Architect: Designing From Organic Form

el pensamiento critico en arquitectura


El Pensamiento Crítico en Arquitectura

La arquitectura es para las personas como las personas son para el contexto. Cuando los movimientos y estilos arquitectónicos estriban en los bordes dogmáticos, dejando a un lado la realidad de la gente y del mundo en que se vive, siempre hay una
invernaculo maqueta 1.  habitar el proyecto la enseñanza en el taller sur
crítica reflexiva que abre las puertas a nuevos discursos al tiempo que rompe con los paradigmas anteriores. En este ir y venir de reformas y contra reformas; de antis y neos, de “tardos”, “revivals” y “nouveaus” se sostiene la arquitectura como una disciplina que avanza en espiral, tan exacta como las estructuras y tan caprichosa como el arte; en la que surgen y mueren ideales a diario. Frente a estas prácticas pareciéramos ir a la deriva; si no fuera por la memoria escrita en arquitectura estaríamos perdidos. ¿Cómo transmitir las ideas que sostienen el quehacer proyectual? Sin ellas no hay evidencia suficiente de los hallazgos y errores de cada tiempo,  ni certezas demostrables de lo que se piensa, de lo que se cree, ni de lo que se diseña. Es importante hacer referencia a la relación proporcional que existe entre la calidad proyectual y la producción de la crítica: Sin crítica no hay buena arquitectura, no hay memoria documental y mucho menos estándares claros de calidad proyectual. Quien no analiza su realidad tampoco puede criticarla y mucho menos cambiarla.
chile arq. publicaciones La edición número 23 de Revista De Arquitectura de la Universidad de Chile, presenta como tema central la reflexión sobre la importancia de las  publicaciones afines al campo arquitectónico y su capacidad para establecer espacios reflexivos, permitiendo la recepción y difusión de los discursos arquitectónicos
“El pensamiento crítico es un proceso cognitivo que se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de la manera en la que se articulan las secuencias cognitivas que pretenden interpretar y representar el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas”.
También “se define, desde un punto de vista práctico, como un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y justificada sobre un tema”.
 Las asignaturas del componente de historia y teoría de la arquitectura estimulan y desarrollan las destrezas vinculadas al pensamiento crítico, para esto se valen de las prácticas de lectura y la escritura, integrando la capacidad analítica y el pensamiento visual. No se trata de memorizar ni de relacionar características; la finalidad última de esta componente es formar integralmente el perfil de un nuevo arquitecto capaz de asumir su papel con liderazgo, cada vez mas interdisciplinario, sensible y consiente.  En palabras de Wright, quien siempre se mantuvo al margen de cualquier vanguardia, “El arquitecto debe ser un profeta... Un profeta en el verdadero sentido del término... Si no puede ver por lo menos diez años hacia adelante no lo llamen arquitecto”.
La formación académica actual comprende espacios de mayor libertad intelectual, gestando un aprendizaje cada vez más autónomo. No se depende del profesor para aprender, es el estudiante quien decide cuando aprende y como lo aprende. Así mismo el futuro egresado tendrá que decidir qué aplica y cómo lo aplica; pues en el mundo laboral ya no estarán los textos académicos, ni las guías, ni los profesores, lo único que acompaña al nuevo profesional es su capacidad argumentativa y las destrezas de diseño; Con ellas justificara sus propuestas estableciendo diferencias cada vez más fuertes y contundentes entre él y los demás profesionales afines.
La estrategia de seminario aplicada en esta asignatura: “seminario de temas de arquitectura” se concentro en promover lo que los estudiantes son capaces de hacer al conformar una comunidad científica, enfocada en un tema común, validando textos, identificando conceptos claves, definiendo nuevos temas de investigación y nuevas metodologías que han dado como resultado ensayos argumentativos que buscan colocar en su justa medida el método de diseño contemporáneo frente a nuestra realidad local. La autonomía de estos aprendizajes comprende transformaciones profundas, desde las tutorías como herramienta de acompañamiento, la reflexión sobre la práctica de los actores, la evaluación formativa y procesual en todas sus dimensiones y la validación de estrategias de forma consensuada en el aula. El miedo a escribir se parece mucho a la primera idea del proyecto, es el mismo encuentro con el papel en blanco. Si queremos mejores profesionales debemos invertir tiempo de calidad en lo que se lee y se escribe en nuestras aulas, no solo en lo que se diseña. Los mejores profesionales son aquellos que se adelantan a su tiempo porque pueden, con la mayor lucidez, reflexionar sobre las realidades y las amenazas de su época.
En un panorama local, Joseph María Montaner firma que “La critica poco a poco se esfuerza por consolidarse en Latinoamérica” reconociendo que hay una tradición fundamental de crítica latinoamericana que aglutina lo social, lo ecológico y hasta lo político en ocasiones, sin embargo  las nuevas corrientes de análisis formalista en América latina son cada vez  más cosmopolitas, más internacionales y por ende con mayor aceptación. Los contextos reflexivos son cada vez más amplios porque no queremos estar 20 años detrás de la práctica profesional frente a otros países, cada vez son más los egresados que se insertan con éxito en programas internacionales de maestría y doctorado.
Todo esto apunta a un nuevo enfoque formativo, los nuevos niveles de competitividad requieren que nuestros egresados sean más capaces, mas emprendedores, mas lideres,  diestros y  empoderados en sus procesos, bajo el sello del humanismo cristiano que nos caracteriza.
Es decir que en todas las aspiraciones formativas antes mencionadas; espacios como este se hacen cada vez más necesarios; y mas que necesarios imprescindibles. No estamos colocando los estudiantes en un paredón, ni para evaluarles ni para acorralarles, estamos sentando las bases académicas necesarias para la construcción de diálogos horizontales en torno a la crítica arquitectónica. Sentados aquí uno al lado del otro, profesores y estudiantes, para hablar de arquitectura. Eliminando distancias y dejándonos unir por el conocimiento.
Lo que se condensa a continuación es la obra colectiva de cuarenta y tres puntos de vista frente a seis maestros del método contemporáneo: el historicismo simbólico de Robert Venturi, el trazo sereno y comprometido de Álvaro Siza, la abstracción formal de Peter Eisenman, la ruta escultórica de Frank Gehry, la presión programática de Rem Koolhaas y la materialidad de Herzog & de Meuron.

La academia necesita de estos momentos de interacción, en los que a la luz de los valores y el humanismo cristiano, brille con luz propia el centro de los procesos de enseñanza-aprendizaje: el estudiante.